Seguramente alguna vez has comprado un producto que incluía un instructivo
para ser operado o armado, ¿o no? Tal vez haya sido un librero para armar,
un calentador eléctrico, un sistema de sonido o algún juguete.
Tal vez recuerdes
esos momentos de ansiedad cuando deseabas
disfrutar cuanto antes de tu compra. Abrir la caja de cartón, retirar los
embalajes, las bolsas plásticas y todos los materiales de protección. He
ahí, tu preciosa nueva adquisición, con todas sus piezas y accesorios.
Enseguida te das a la tarea de buscar en dónde encaja cada cosa, cuál
cable le queda a cuál conexión...
Luego, esa
ansiedad, esa excitación, se tornó en desesperación,
disgusto y molestia al sentirte incapaz de armar dicho objeto,
culpando al fabricante por complicar las cosas de más, por hacer
difícil y complicado algo simple.
Entonces, en el
clímax de tu desesperación surge esa posibilidad, la ultima opción que
toda persona "inteligente" podría elegir: leer el instructivo y seguir sus
indicaciones. ¿Te resulta familiar la
escena? Muy probablemente así te haya ocurrido en el pasado, muy
frecuentemente.
Muy frecuentemente
escuchamos que no existen manuales para ser buen esposo, buena esposa,
buenos padres, buen hijo, etc. Pero nunca nos preguntamos sobre un "manual
de instrucciones para el cerebro". Así es, llegamos al mundo con un
cerebro, sin saber que tenemos uno incluido, mucho menos con una guía del
usuario o instructivo de operación.
Bueno, podríamos
pensar, no tenemos un instructivo para utilizar nuestro cerebro, pero los
que llegaron antes que nosotros -nuestros padres, hermanos, profesores,
etc.- serán nuestros maestros en el uso de nuestro cerebro.
Lamentablemente, así es. Lamentablemente, porque nos enseñan a usar nuestro
cerebro de una forma limitante, de una forma que obstaculiza el
aprendizaje y nos causa dolor.
Es un hecho que la
mayoría de los seres humanos no empleamos nuestros cerebros de una manera
consciente y voluntaria para experimentar la vida de una forma plena y
llena de recursos. Al contrario -y sin saberlo- es común que aprendamos a
usar nuestro cerebro como una fuente de dolor e incapacidad que nos
mantiene sumidos en una vida triste y letárgica, viviendo como víctimas de
las circunstancias y de nuestras emociones, sin el más mínimo control
sobre nuestras vidas, desembocando a menudo en condiciones patológicas y
recurriendo a ayudas externas como drogas, consejeros espirituales o
psiquiatras
que en muchos de los casos sólo contribuyen en empeorar nuestra condición.
Tal vez consideres
esto un poco exagerado. Por favor reflexiona en lo siguiente: ¿Cuántas
veces nos mantenemos repasando mentalmente ese error que cometimos?
¿Cuántas veces nos mantenemos "deprimidos", recordando ese suceso
lamentable? ¿Cuántas veces no podemos conciliar el sueño, pensando sin
querer en ese problema que nos preocupa? ¿Cuántas veces nos "programamos"
mentalmente para fallar, y así resulta, o un poco peor?
Todo esto en el
mejor de los casos, ya que en grados más extremos tenemos las fobias (esas
conductas que se manifiestan de manera consistente y con maestría) como
aquélla del miedo a volar en avión, de no salir de casa, el terror a las
alturas, el miedo a los espacios cerrados, a hablar en público y otros
terrores y limitaciones cuya fuente no es otra cosa que la forma en que
usamos nuestros cerebros.
Por otro lado,
seguramente recuerdes alguna experiencia donde tu actuación fue realmente
excepcional, donde tomaste una atinada decisión o tu desempeño en algún
deporte fue realmente sobresaliente. Tal vez fue una persuasiva
presentación ejecutiva, el cierre de una venta difícil, un alto puntaje en
el golf, el boliche o en el tenis.
Aunque lo
consideres increíble, todas las experiencias mencionadas antes, las
limitantes y las excelentes, tienen algo en común. Me refiero a que cada
una de esas experiencias poseen una estructura interna subjetiva. Dicha
estructura es la que le da esa consistencia a tus experiencias, de manera
que en forma regular obtienes, en términos generales, los mismos
resultados. Una fobia, por ejemplo, se manifiesta consistentemente, dadas
ciertas circunstancias, externas e internas.
Cuando, por algún
motivo desconocido, involuntariamente cambias algún elemento de la
estructura subjetiva de una experiencia, cambian los resultados y las
consecuencias que obtienes. De esta manera, una experiencia, en donde por
lo común te desempeñas en forma excelente, puede tornarse mediocre y de
pésimos resultados, o una experiencia limitante puede convertirse en un
recurso. Así de impactante es la importancia de la estructura subjetiva de
tus experiencias.
La
PNL definida.
Desde hace treinta
años, la
Programación Neuro-Lingüística
(PNL) se ha encargado de estudiar
la estructura subjetiva de la experiencia humana, descubriendo y generando
las estrategias para llevar el comportamiento humano más allá de los
límites de la excelencia, para pasear por la vida con plenitud de los
recursos y las habilidades que nos darán el éxito personal en cualquier
campo de la vida en el cual nos desempeñemos.
La
PNL se ha
enfocado en el estudio de la excelencia mediante la
detección de las estrategias de gente que ha demostrado resultados
impresionantes de manera consistente y deliberada, para luego transferir o
"instalar" dichas estrategias en otras personas para que logren los mismos
resultados excelentes, o incluso los mejoren.
En el proceso de
"transferir" la excelencia a las personas, la
PNL
también ha detectado la estructura de las experiencias limitantes que nos
impiden el logro de los resultados que buscamos. De esta manera, la
PNL ha
encontrado la forma de erradicar conductas limitantes, dolorosas,
compulsivas (como las fobias) de una manera rápida, elegante y sana,
mediante técnicas simples pero muy poderosas y efectivas, basadas
principalmente en el funcionamiento del cerebro.
Entonces, ¿qué es
la
PNL? Tal vez a primera vista el
término se nos presente como un concepto complicado y confuso, aunque
afortunadamente, en realidad, es todo lo contrario. El componente
Programación se refiere a cómo nuestro comportamiento repetitivo
"programa" o determina las respuestas que exhibiremos en situaciones y
contextos determinados; la parte Neuro se refiere a esa masa pastosa y
gris que habita en el interior de nuestro cráneo, el cerebro, y a su
funcionamiento, el cual procesa la información
recibida del exterior a través de los cinco sentidos; la parte
Lingüística se refiere a los patrones de lenguaje mediante los cuales
representamos nuestra experiencia, ya sea de manera
enriquecida o en forma limitante.
Asimismo, la
PNL se caracteriza por ser una
ACTITUD,
un sentido de curiosidad y de aventura, de ver la vida como una rara
oportunidad de aprender y experimentar cosas nuevas, de saber qué mas
existe ahí afuera y qué aspectos de lo conocido nos pasan inadvertidos. La
PNL también es una
METODOLOGÍA, basada en la presuposición de que todo
comportamiento posee una estructura, la cual puede ser modelada o
detectada, aprendida, enseñada y modificada. Por último, es una
TECNOLOGÍA
innovadora que nos permite organizar nuestras experiencias y percepciones
de manera que podamos obtener logros antes considerados imposibles.
En resumen, la
PNL
posee un enfoque de curiosidad, exploración y acción. Comprende una gran
variedad de modelos, procesos y técnicas para conseguir el éxito personal
y mejorar significativamente nuestra vida.
Usos y
aplicaciones de la
PNL.
Pero, te
preguntarás, ¿qué me puede ofrecer la
PNL? Millones de personas alrededor
del mundo, hombres de negocios, estudiantes, motivadores, médicos,
vendedores, terapeutas, maestros, artistas, políticos, etc., han paladeado
las mieles del éxito y del logro de sus objetivos aplicando los
principios, modelos y técnicas de la
PNL. Aprendiendo, entendiendo y
practicando la
PNL tú puedes:
-
Establecer,
mantener y mejorar tus relaciones personales, mediante el entendimiento de
las necesidades de la gente a tu alrededor y de sus estilos de
comunicación.
-
Mejorar tus
habilidades de persuasión en contextos de ventas profesionales, servicio al cliente, en los negocios y en tu comunicación
personal en general.
-
Mantener una
actitud positiva en todo momento que así lo desees.
-
Incrementar tu
autoestima, logrando absoluta confianza en lo que estés haciendo.
-
Sobreponerte a
las consecuencias de eventos negativos del pasado.
-
Determinar,
clarificar y lograr tus objetivos, enfocando toda tu
energía en su consecución, identificando los obstáculos que se te
presentaran y la forma de superarlos.
-
Lograr un
desempeño sobresaliente en cualquier campo de acción humana.
-
Controlar tus
emociones y sentimientos.
-
Eliminar o
cambiar hábitos limitantes o indeseados.
-
Enfrentar los
problemas que se te presenten de manera creativa.
-
Reconocer cómo
otras personas usan el lenguaje para influenciarte.
-
Disfrutar
actividades que te provocan temor.
-
Desarrollar
habilidades que admiras en otras personas.
-
Obtener más
placer y disfrute en tu vida.
¿Ficción o
realidad?
PNL puede ser para ti una o la otra, depende: si te limitas a
ser testigo mudo de lo que otros están logrando mediante la aplicación de
la
PNL en sus vidas, o si te conviertes en el protagonista cuyo libreto y
actuación se basa en los principios, modelos y técnicas de la
PNL, siendo
así agente del propio cambio personal y de la gente que te rodea. Tú
decides.