¿Cuánto placer puedes soportar?

... ¿Cuánto más?

Por Omar Fuentes.

Clan-clon... Clan-clon... Clan-clon...

La primera vez que escuché la frase ¿Cuánto placer puedes soportar? se la oí decir a Gabriel Guerrero. Y desde esa primera vez comencé a sentir más placer... ¿cuánto más? Sigue leyendo...

Muchas personas me han preguntado qué es lo más importante que yo he aprendido a partir de mis experiencias haciendo PNL y mi respuesta es irreductible: ¡A sentir más y más placer, sin duda alguna!

Es posible que te preguntes a qué me refiero cuando digo eso y, como respuesta, imagina que alguien te ama (lo que sea que esto signifique para ti)... o sencillamente recuérdalo. Todas las personas se sienten amadas por alguien -algunas personas recuerdan a algún familiar o amigo, a su pareja, o quizás piensan en Mahoma o en Jesús de Nazareth. No importa en quién piensas ahora -porque incluso puedes pensar en algún artista del cine o de la televisión... sólo siente que te ama. Puedes concentrarte en eso que hace, en su rostro, en eso que dice esa persona para que tú te sientas como comienzas a sentirte... en este momento, también puedes permitir que tu cuerpo responda a tales muestras de amor como suele hacerlo. No sé si lo notes, pero tu corazón comienza a latir de forma diferente en algún momento y tu respiración cambia de alguna manera... y ésa es una de las maneras en las que sabes que te sientes amado... ¿Te gusta? Yo a eso le llamo placer.

Me pregunto lo que pasaría si esa persona, con esa voz tan especial y mirándote de una manera determinada, comienza a decirte con toda seguridad: "Te amo exactamente como eres"... ¿Qué tanto aumenta la sensación en la medida en la que escuchas esa frase una y otra vez con toda seguridad? ¿Cómo se están modificando los latidos de tu corazón?... Y si además ahora dice: "Y te amo de cualquier modo que seas en el futuro"... ¿Lo estás disfrutando? ¡Wow! Eso es placer, ¿cierto?... ¿Y a poco crees que eso es todo?... Sólo escucha que su voz te inunda por dentro y por fuera en la medida en la que sientes que una intensa sensación de amor recorre tu cuerpo a la velocidad de la luz de arriba para abajo y de abajo para arriba y escuchas nuevamente con certeza absoluta: "¿Sabes por qué te amo? Porque sí. Porque se me antoja. Porque se me pega la gana. ¡Sólo porque sí!"... ¿Te sigue causando más y más placer? Por supuesto, estoy seguro que sabes que eso no es todo y que puedes seguirlo haciendo toda la vida... ¡porque esto es sólo el principio!

Una de las cosas que he aprendido en el deporte de la escalada en roca es precisamente eso: ¿quién dijo que llegar a la cima de la roca es la meta? Y seguramente cualquier escalador está de acuerdo conmigo cuando pregunto: ¿es la cima el límite al que aspiramos llegar? Y después de ahí, ¿qué sigue? Eso me lleva a pensar que, si creo que la cima es el límite, entonces ya no hay a dónde ir...

Porque, como también oí decir a Gabriel, "¿quién pone los límites?" Y continúo: ¿Quién dijo que el ser humano no podría llegar a la Luna? ¿Quién dijo que el ser humano no podría correr los 100 metros planos en menos de 10 segundos? ¿Quién dijo que el ser humano no podría descifrar el código genético? Y me pregunto, ¿tendrá el cuerpo humano límites para sentir placer? Y mi respuesta es también irreductible: ¡Por supuesto que no! Todos los límites, a final de cuentas, ¡los pone el mismo ser humano! Si eso es cierto entonces ya podrás imaginar quién es el único que puede desmoronarlos.

Tengo una profunda certeza cuando digo que lo menos que podemos hacer como seres humanos es sentir un ilimitado placer por serlo. Y, si piensas que eso no es posible... entonces hay un límite que puedes desmoronar fácilmente. Porque si piensas que libertad no es precisamente que hagas lo que quieres hacer, sino ser lo que deseas con lo que has logrado y con lo que puedes llegar a lograr... ahora puedes comprender mucho mejor las ideas que estoy proponiendo en este artículo.

Puedo decirte con seguridad que ésa es una de las áreas en la que ponemos más atención los que entrenamos en PNL (y DHE en el caso de Gabriel) cuando lo hacemos. ¿Cuánto placer puedes soportar? Nos interesa que las personas sientan cada vez más placer... ¿por qué? Porque sí, porque se te antoja, porque se te pega la gana... ¡Sólo porque sí!

¿Cuánto más?

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Omar Fuentes está certificado como

Licensed Trainer of NLP

por The Society of NLP.

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